Cuando escuchaba al grupo Yes en Chile pasaban cosas raras
la gente pestañeaba y evitaba pensar en ciertas cosas porque ciertas cosas
de ciertas cosas eran el timbre de una muerte sin certificado
Cuando escuchaba al grupo Yes en Chile la muerte era vida y bien visto era
andar muerto de vida todo el día tiritando escalofríos en el cuerpo en el pasillo
en el fondo del patio en la butaca del cine
Cuando escuchaba al grupo Yes había que decir a todo que yes
sordo incluso cuando sonaba algo de música
Cuando escuchaba al grupo Yes el invierno era verano el verano era otoño
el otoño era una playa sola llena de botellas y colillas
Cuando escuchaba al grupo Yes el cura Valente se laceraba con bendiciones de agua
sulfúrica
y el agua bendita era miccionada por los milicos nuestros de cada día
Cuando escuchaba al grupo Yes los valientes soldados no eran ni valientes ni soldados
y todos los discos de Yes eran parada militar tras otra todos los años todas las muertes todas
las hojas y métale helicópteros guaripolas y botas botas botas y bototos
Cuando escuchaba al grupo Yes prefería escuchar a Emerson Lake and Palmer
Cuando escuchaba al grupo Yes las putitas eran catalogadas como azafatas y la prostitución
era asunto de machos
Cuando escuchaba al grupo Yes el rock chileno daba ganas de llorar
Cuando escuchaba al grupo Yes mis amigos mayores se enrollaban con el análisis
transaccional nos habíamos amado tanto y el beso de la mujer araña
pero el vinilo traía una sola cara
no había elección el punk se nos impuso por decreto
Cuando escuchaba al grupo Yes leía Ginsberg y Artaud mientras tanto la demanda era
Benedetti Benedetto chúcaro Silvio y capitán Pastene cuban cubanero cubanía mañanero
nadie sabía dónde quedaba Toro Mazotte
¿y dónde quedaron Jorge Luis Bórquez
y Gabriel García Parques
y Mario Cargas Loza
Carlos Puentes
Ernesto Sábado
Y Nicanor Farra?
Cuando escuchaba al grupo Yes no sabía que cincuenta años después estaría escribiendo
esto y no me quejo
ahora no escucho al grupo Yes
el morir de entonces filtró el vivir de hoy
y los almuerzos sabatinos
y los deseos sexuales
y la sumisión a los gringos
y la impotencia la impotencia la impotencia
no caben en discos como aquéllos
ten cuidado
al fondo de tu celular te espera la muerte.