El párpado es una pausa para mirar la noche
El párpado nos deja solos
corta las distancias
y somos irrealizables, oníricos
El párpado es una herida
por donde los sueños gimen
A veces es una pequeña boca que habla colores
el párpado
El párpado es un pozo más inabarcable que el silencio
es la defensa, el insecto que no entró
la insistente muerte golpeando sus
puertas
El párpado a telón abierto
a escenario cotidiano
Bolsa que guarda lo adquirido
Imágenes quedan escondidas
vivientes en algún recuerdo
Y el párpado inmenso del universo
termina y empieza
cuando cierra sobre la piel
el pequeño párpado.
EL RECONOCIMIENTO
I
En los caracoles te conoceré
en tímpanos profundos de tierra convertida,
en procesión de lenguas
que aguzan el sonido hasta la nada,
mientras los caracoles
se entregan lentos a su tierra.
II
En los dientes te conoceré
en la ausencia de esa mascada
en el segmento separado de la pulpa,
iré en búsqueda de las entrañas,
fruta huérfana de labios.
Te conoceré en los hondos marfiles,
en la veta que llega a las raíces
y en un mundo sin forma
desgarro tras desgarro.
III
Te conoceré en las cuencas,
en valles luminosos
donde otra oscuridad aguarda
en la onda desgravada te conoceré,
en el párpado caído.
Detrás, tu rostro difuso.
Los huesos
son otra parte de la luz.