Natura
Duermes en el roncar de los árboles
Descansas en el suspirar de la tierra
Deambulas en el soñar de las cavernas
Lloras en ríos cordilleranos
Eres toda tierra, toda planta, toda madre
Pariste miseria y también esperanza
Olvidaron tu nombre los antiguos
Yo lo trato de descifrar levantando las piedras
para invocarlo y parirlo como un hijo, como un sueño
y hacer que vuelvas eterna y radiante
El abrazar del Lemu
Las lenguas comunes le ahogaban
Le gustaba hablar el idioma de los árboles
Se volvió parte del bosque
En vez de venas, lleva raíces, en vez de sangre corre por ellas la savia
En un ser lleno de sabiduría
me cuenta que es tan longevo como el alerce más milenario
Dio sombra a los primeros hombres
Hoy lo abrazo con el cuerpo y lo que me queda de alma
Deseo una osmosis de energía desde su centro
Quisiera contener esa paz y esa fuerza que lo sostienen sobre 30 metros desde el suelo
Escondo mi vergüenza entre las hojas que han caído al suelo
Con el húmedo musgo oculto mis pesares
Soy parte de la plaga que llaman humanos
No sé si entiende mis palabras, entre sollozos le pido que nos perdone
Que recuerde los tiempos en que fue hombre y pudo ver que algunos guardan bondad en su
centro
el abrazar se vuelve abrigo
el calor brota entre su corteza y mi piel desnuda
envejece mi pena y la vuelve sabiduría
un grito emerge desde mi garganta en forme de hojas de otoño
cayendo al suelo, volviéndose abono
ya no hay miedos ni culpa
florecen de mis cabellos ramas de sauce
las plantas de mis pies, dejan una huella en forma de anillos
se inunda mi ser de rocío
con una ramita seca escribo sobre la tierra
se ha transmutado mi pena en poesía