PISTOLITA EN MI FRENTE.
2020.

Ese miércoles fui por algunos alimentos al supermercado. Ya no quedaba nada ni en mi despensa ni en mi refrigerador. Había poca gente en la calle. Casi al llegar un tipo joven, bien parecido y que huele bien, que me sonríe y al que le sonrío, viene, se me aproxima demasiado, y me apunta con un arma directo a la cabeza; en la frente. Quedo paralizada por un instante.

— ¿Pero, cómo se atreve usted? ¿Qué pretende?

— Tomarle la temperatura solamente. Son órdenes del Ministerio de Salud.

Entonces él mira la pantalla verde de la pistolita blanca -mientras yo disfruto su cercanía aspirando su perfume- y me informa cerrándome un ojo:

— No se preocupe, no tiene calentura. Tiene apenas 36,6 grados. Pase y compre lo que quiera.

 

AMOR EN TIEMPO DE PANDEMIA.
2020.

Máximo había esperado tanto ese momento. Había vendido todos sus enseres. Había entregado a la inmobiliaria la hermosa casa que arrendaba en calle Ker. Había viajado desde la otra punta del continente para poder disfrutar de la vuelta a su patria y a su ciudad natal.
En menos de veinticuatro horas se trasladó desde una verde primavera vancouvence hasta un dorado otoño Iquiqueño (haciendo escala en Los Ángeles, California).
Había vuelto a casa de sus padres; para felicidad de ellos.
Tenía en mente reunirse con el único amor de su vida: Clara. Había estado conversando con ella vía whatsapp durante un año; aclarando algunas dudas; constatando que sus sentimientos eran recíprocos. Y, justo, al llegar, lo pilla la pandemia y luego la cuarentena. Entonces ambos decidieron, también vía whatsapp, que debían conversar personalmente. Él y ella y él usaron -en forma simultánea- sus celulares y pidieron permiso -por tres horas- a la Comisaría Virtual de Carabineros, aduciendo el motivo de: Adquirir Insumos Básicos. Y por fin se reencontraron. Ella tocó la puerta. Él abrió. Se miraron.
— Quiero empezar sacando tu protector facial para luego bajarte la mascarilla –dijo Máximo.
— Vengo por tres horas de total desacato al distanciamiento físico –impuso Clara.