Ximena Gautier Greve, poeta chilena-francesa, psicóloga y musicóloga, aunque actualmente reside en Francia, nunca se ha desvinculado de su raíz y del espíritu de su pueblo, que parece ser el latido de la sangre, tinta con la que escribe. Es así que la autora de “Rodrigo”, su último libro, se atreve a recorrer nuestro país, presentando esta obra, nacida desde los sentimientos más profundos y comprometidos de la poeta.

Como parte de su gira literaria es invitada por la SEHC Filial Iquique, realizando diversas actividades, organizadas por su presidente, Alberto Díaz Parra.

El jueves 11 de agosto comienzan las actividades en la mañana con la visita a la Biblioteca Pública Jorge Inostroza de Iquique, para hacer entrega de un ejemplar de su libro. Esa misma mañana visita la Escuela Gabriela Mistral de Iquique donde la escritora pudo leer parte del libro a los niños, que la llenaron de preguntas, motivados por los potentes escritos que sin duda los sorprendieron. Por la tarde, presenta su libro en el Palacio Astoreca de Iquique, ante un grupo de escritores, dirigentes de asociaciones de DDHH e invitados, quienes se llevaron su ejemplar autografiado por la autora.

Al día siguiente en la mañana comparte con jóvenes del Liceo Escuela Artística Violeta Parra, de ahí parte a conocer la pampa y la ciudad de Pozo Almonte. Para culminar ese viernes por la noche en una emotiva lectura del libro en El Rincón Guachaca, que estuvo precedido por la música y baile del grupo Llajta Aillinyuyay.

 

PRESENTACIÓN DE RODRIGO

El anfitrión de esta ceremonia, Alberto Díaz Parra, lee dos de los tres prólogos que tiene este libro. Un poema a forma de prefacio de Raúl Zurita y el de Luis Toro, quien dice de este poemario ‘…se da nombre y rostro al dolor de un país’.

Ximena dice en su presentación, ‘Este libro está atravesado por el dolor y la violencia que vive nuestro país, presente en todos los momentos y todos los lugares’.

La poeta también aclara que habla de Rodrigo, no como la única víctima de un poder opresivo, sino uno más de los que, hasta ahora, son violentados y encarcelados, como los presos de la Revuelta, que aún no son liberados.

Dentro las secciones del libro, se encuentra ‘Octubre’, dedicado a la ‘Primera línea’, uno de los cuales fue musicalizado y llevado a un video con imágenes de la revuelta social de octubre de 2019, que es exhibido antes de comenzar la lectura de poemas como ‘Sacudiendo cadenas’, un vibrante y potente poema, escrito en la aurora de esos hechos. También emociona su lectura de un poema dedicado a Daniela Carrasco, la mimo.

Otro de los segmentos de este poemario, denominado ‘Réquiem por Chile’ es un conjunto de 16 poemas que la autora va titulando como ‘llantos’, emocionando al auditorio con lecturas de ‘Llanto 3° y 4°’ por ejemplo, donde sus versos describen el golpe de Estado por las Fuerzas Armadas y el abuso de la dictadura sobre un pueblo dolido, como un ciclón y espanto infinito, según describe la autora.

Si bien es cierto, lo leído hasta ese instante hace que se erice hasta el sentimiento, lo que comparte luego, en su selección de poemas denominado simplemente ‘Rodrigo’, estremece aún más, tanto por el recorrido de la vida de Rodrigo Rojas de Negri, como su asesinato a manos de militares. La autora comparte con los asistentes los poemas ‘El niño’, ‘Valparaíso vencido’, ‘Encerrona y quema’ y ‘Los funerales’ donde desnuda la verdad de sus versos parecen narrar los dolores de Rodrigo y Carmen Gloria, llegando hasta el tuétano de la emoción.

La poeta cierra su lectura con su ‘Último poema’, que pudiera ser un prefacio o una visión de lo que está por pasar, si olvidamos lo que hasta ahora nos ha ocurrido como sociedad chilena.

Finaliza el acto con una ronda de preguntas, donde destaca la intervención de una de las asistentes, que entre lágrimas le agradece a Ximena por su obra, quien le dedica, a modo de consuelo el poema ‘Riamos camaradas’, dejando en el ambiente un profundo impacto de conciencia y sentimiento.

Sin duda hilvanar los dolores de nuestra historia no ha sido nada fácil para una mujer con profundas convicciones y que indudablemente deja una huella en esta ciudad, que ni el tiempo, ni los argumentos egoístas de quienes pretenden borrar la memoria, podrán hacer desaparecer.

 

Teresa Del Monte

Iquique, agosto 2022