No queremos migajas,

no queremos resabios de una lucha muerta en reformas sobrias,

Ya despertamos

para alzarnos contra esta dieta

que por años nos ha condenado al hambre.

 

Pero no despertamos, para que ustedes

¡Sí, ustedes!

Reformistas tranzantes, ¡brinden en la misma mesa con el opresor!.

 

No nos alzamos para que ustedes,

“Los que dicen ser del pueblo”,

nos cocinen un menú rico en subordinación y acuerdos mezquinos.

Vuestra supuesta izquierda del pueblo,

que saborea menús de régimen, ¡aliñados con la sangre de nuestros muertos!.

 

Ustedes,

“Los grandes líderes de las masas populares”,

“Entre nos… ¿les digo qué?”

Se les nota clarito como sin disimulo prenden la cocina y a fuego lento cocen un mix de promesas para el pueblo ¡y estrechones de mano con el enemigo!.

 

Se ve claro como sazonan su menú con especies perfumadas “en alguno que otro acuerdo cagón” y se lo venden al pueblo como “la gran victoria conquistada”.

 

¡Se cacha!

Pero es que se cacha nítido,

como nos ponen la mesa para que traguemos la conciencia de que;

“De poquito, de a poquito lograremos las vencer”,

“De que para ganar también tenemos que tranzar”.

 

Ustedes hacen lo vuestro…

Mientras por su parte,

Los más ricos,

Esos cocineros gourmet,

desde sus lujosas cocinas del capitalismo descarnado,

nos sirven platillos de fantasías para nos comamos la creencia de que vivimos en un modelo sustentable,

en el que podemos aspirar a ser como ellos.

¡Qué sabroso se ve eso!,

así que corremos a probar un bocado para sentirnos aristócratas y finos.

 

Unos, desde su iPhone abrirán la app de pedidos ya para satisfacer sus caprichos,

Otros, bajaremos del transantiago para ir a pasear al Costanera center, pedir un café en el Starbuck

y fotografiar todo para subirlas y presumir,

y algunos, van a caminar por Lastarrias,

que es shuper shuper cool,

luciendo gafas cuadradas y un estilo Snob.

Hípster de HYM.

 

¡Qué lindo!, ¿cierto, compañeros?,

Pero somos, los que estudiamos con el CAE,

nuestros viejos van a jubilar con la AFP

y trabajaremos a tiempo completo

mientras nos descuentan la vida…

Y si explota la inflación, ¡cagamos!,

Porque la crisis siempre la masticamos los que comemos atrás, en la mesa del pellejo.

 

¿Y ustedes compañeros?,

¿Ustedes en que estarán por mientras?

Van a seguir cocinando,

Pasivos, en sus inútiles cocinas de dialogo y conciliación.

Cocinas que nos alimentan con las sobras de lo quedo, ¡Con los restos de la glotonería de que quienes saquen este país!.

 

Las sobras van pa los pobres,

De sobras vivimos,

De sobras nos enfermamos,

De sobras morimos…

 

¡A mí no me interesa!,

¡no voy a comprar su gastronomía tramposa!,

no pienso indigestarme con ese plato escuálido y hediondo a populismo barato que nos ofrecen siempre.

 

Nuestros platos están vacíos,

Así que a falta de menú pa el pueblo,

¡Me tomaré un buen trago al seco!

¡Me lo tomaré rápido porque sé que me va quemar!,

Ya que contiene,

un litro de rebeldía mezclada en agua con bicarbonato

y harto ají picante,

del fuerte,

¡Con el picor de un pueblo traicionado,

y despierto!.

 

Un ají que a ustedes “compañeros del pueblo”,

¡Les va picar fuerte!,

Porque les va complicar,

les va costar caro,

Porque les guste o no,

nosotres, estos “Patipelaos”,

¡Nos vamos a paro!.

 

Consideraciones:

La línea ideológica del presente poema es de Izquierda, cuya orientación política es una crítica abierta a las burocracias que mundialmente se han constituido en partidos políticos y dirigencias sindicales contrarrevolucionarias, deformando así el verdadero socialismo y comunismo marxista, y al mismo tiempo que han condenado a los pueblos a derrotas sistemáticas durante los procesos de alzamiento y lucha de clases. Latinoamérica y el mundo precisan con urgencia que emerja una gran corriente obrera y de vanguardia internacionalista y anticapitalista alejada de toda casta burocrática.