DIBUJA UN MAPA
Dibuja un mapa,
un mapa
carente de fronteras ,
un mapa
sin paralelos,
sin meridianos,
traza sus coordenadas
con la belleza de la imperfección,
un mapa sin puntos cardinales,
solo estrellas y constelaciones,
solo la Cruz del Sur.
Dibuja un mapa
con valles sembrados
de manzanas y cannabis,
un mapa sin represas,
con floridos desiertos,
y bosques y ríos en medio
de ciudades espléndidas.
Dibuja un mapa
en tu mente,
desaparece en sus venas
hazte humo en sus noches.
Dibuja un mapa
con siete hemisferios
y siete polos
y Amereida destellando.
Dibuja un mapa
con un Chile más gordito,
con líneas férreas que lleguen a Katmandú,
a Praga, a Marruecos, a Transilvania, a Frisco,
cambia el Mapocho por el Ganges,
Calama por el Cuzco,
isla Dawson por Rapa Nui
y Santiago por Jerusalén
o La Atlántida o San Petersburgo
otrora Leningrado.
PETIMETRES Y TECNÓCRATAS
Violentan
sus miradas displicentes,
sus risotadas porcinas,
sus discursos de hienas.
Los tecnócratas
se graduaron en Chicago
e hicieron su práctica
en el Gran Valle.
Estos tecnócratas
primos carnales
de los primeros
encomenderos,
al igual que ellos
algún día
morderán el polvo.
CENSO
Es necesario conocer
cuantas son las palabras
todas las palabras, todas,
así los libros
no discriminarán a ninguna
cuando asalten la realidad.
Es muy necesario
saber el ancho exacto
de las carcajadas,
la amplitud
de los abrazos,
el gramaje
de los besos.
Es necesario
consignar con precisión
la extensión de los recuerdos,
el color de la memoria,
la tibieza de las imágenes.
Es necesario
recuperar las ausencias
y así sabremos
con cierta certeza
cuantas semillas
sembrar en el huerto.
TRÁNSITOS
Fue beatnik
a la manera criolla,
colérico le decían,
pera, bigotes
tambores y mantras
entre Valparaíso y Santiago,
motocicleta y casaca
de cuero negra.
Fue colérico
casi beatnik,
entre la cordillera y el mar,
bufanda negra, azul y roja
en cuadros enormes
descolgada hasta los tobillos
y todo el rocanroll y el jazz
soplando desde el pentagrama.
Fue hippie criollo
frecuentaba el Shuda Darma Mandalan ,
se fumó todo el cañamo
del valle de Aconcagua,
escuchó a Víctor Jara con los Blops,
desde el Forestal se sumergía
todas las noches
en La Casa de la Luna
en Villavicencio, la casa del poeta
Ludwig Zeller.
Fue metalero,
indigenista,
artista visual,
curador,
ambientalista ,
tal como dijo el gran sabio
de la tribu,
una mezcla
de ángel y bestia .
WINNIPEG
Navega el Winnipeg
de Burdeos a Valparaíso,
en su cubierta desnuda
descansa “ la loca de la casa “.
Las olas cicatrizan
la trilogía miserable :
cardenales, banqueros, militares,
sus figuras desaparecen
envueltas en llamas.
La nave continúa su ruta
hacia el final del mundo,
la tierra señalada por Ercilla,
el Winnipeg laico republicano
despierta con los cerros
pegados en sus pupilas.